Wi-Fi vs 5G. El coche conectado en Europa.

La tecnología ha sido la protagonista durante las últimas semanas en los organismos europeos. 

El tema de discusión ha sido el coche conectado aunque, el problema no está en el tipo de automóvil, sino en el estándar de conectividad.

El Parlamento respaldó el pasado miercoles 17 de abril con 304 votos a favor y 207 en contra, una propuesta de la Comisión Europea para promover el uso de la tecnología Wi-Fi como estandard para los coches conectados

De esta manera, se quieren sentar las bases para los coches conectados, un mercado que podría generar miles de millones de euros de beneficios para fabricantes de vehículos, operadores de telecomunicaciones y fabricantes de equipamientos. 

Los defensores de la tecnología Wi-Fi, entre los que se encuentran Volkswagen, Renault, el fabricante holandés de chips NXP, la empresa israelí 2VX Autotalks y el proveedor austríaco de sistemas inteligentes de transporte Kapsch TrafficCom, indican que no está sometido a patentes, como el 5G, al igual que no se necesita un contrato con ninguna empresa de telecomunicaciones para poder hacer uso de ella. Wi-Fi es suficiente para poder enviar mensajes cortes de un vehículo a otro, avisando de la presencia de un obstáculo más adelante, por ejemplo. Otros argumentos esgrimidos por los defensores de la tecnología Wi-Fi es que es una tecnología probada por fabricantes de vehículos desde hace 12 años y puede ser implementada rápidamente mientras que la red 5G necesita ser desarrollada todavía, lo que podría llevar años. 

En la otra cara de la moneda tenemos a los defensores de la tecnología C-V2X (Cellular Vehicle-to-everything), usando redes 5G como el camino a seguir. Entre ellos se encuentran empresas como Daimler, BMW, Ford, PSA Group, Deutsche Telekom, Ericsson, Huawei y los fabricantes de chips Intel, Samsung y Qualcomm. Según sus argumentaciones, C-V2X tiene posibilidades más amplias de aplicación, la estandarización y el desarrollo se pueden hacer de manera más rápida de lo que la contraparte argumenta. Esta tecnología está llamada a reducir la lantencia -tiempo de espera para respuesta- prácticamente a cero, lo que sería crucial para el vehículo autónomo del futuro, el cual tendría que tomar decisiones al instante basadas en cantidades ingentes de datos disponibles.

Qualcomm, quien distribuye chips de ambas tecnologías, defiende su elección por la tecnología C-2VX argumentando que esta tecnología "fué pensada para aplicaciones móviles de alta velocidad desde el comienzo y ha sido mejorada aún más para el uso automovilístico de manera específica"

Si Europa mantiene su elección por la antigua tecnología Wi-Fi, mientras que el resto del mundo se decanta por el 5G, forzaría al sector automovilístico a doblar sus inversiones, argumenta Maik Böres, Director del Future Mobility Team del fabricante de coches alemán BMW. Apunta a que Wi-Fi tiene únicamente un rango de 300 metros y será necesario un equipamento extra a lo largo de las carreteras para comunicarse con la infraestructura.

Ahora, está en la mano del Consejo de la Unión Europea, los 27 estados miembros, ratificar esta votación, pero generalmente suelen seguir lo aprobado en el Parlamento.

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